Archivos diarios: lunes, marzo 31, 2008

EMO-fóbia/fília

Yo también me cago en los emos, no me gusta su look, no me gusta su música, no me gusta su actitud, no me gustan, simplemente no me entran, ni en su versión jodida ni en su versión aristócrata.

Su música me parece aburrida y en el mejor de los casos facilona, la estética del zombie, la estética de lo antiestético, lo kitch, más allá de lo gore, La rayas y le unisex, no siempre es para mi, sobre todo por que una vez alguien me dijo: «los emos no tienen pancita».

En realidad lo comprendo-, tegno 25 años, no soy parte de la generación emo, estoy un poco mayor como para entenderlo y disfrutarlo, no vivo su contexto social desde su plataforma, no tengo el desencanto que tienen ellos, no soy producto de la sociedad de la que son ellos.

A mi me tocó ser otra generación, cerca de lo que llamaban la generación X, pero más hacia la generación del microchip, mi generación tenía desencanto también, pero tendían a dejar pasar las cosas, a vivir la fantasía del prozac. Yo elegí otro camino.

En resumen, también me cagan los emos, me molestan, pero de verdad, celebro su existencia, celebro que esten ingresando al mapa grupos, sub culturas, tribus, o como los quieran clasificar, pero que tienen una cosa: IDENTIDAD. Que expresen lo que el mundo los hace sentir.

Así como ellos todos los grupos anteriores sufrieron el desprecio y la descalificación de sus predecesores. Hippies, Darkies, Punks, Skatos, Cholos, Beatnicks, Rockers, Cyberpunks, Gangstas, Grungeros, Rastafaris, Electro, Raver y todos los grupos, las ideologías y las formas de pensar que han definido a los jóvenes desde el siglo pasado. Pero todos igual han sido importantes para el desarrollo de nuestra sociedad, de nuestra cultura.

Así que celebro la existencia de los emos, así como celebro la de toda la juventud que decide defender su identidad, su forma de expresión. Como todos, los emos tendrán que crecer y adaptarse al mundo en el que viven, pero la huella que deja lo que viven hoy en día, les aseguro, no se borrará.

Si le rompes la madre a un Emo eres una animal retrógrada y cerrado, un pinche reaccionario, entonces te darás cuenta de que te convertiste en lo que algúna vez más odiaste. Perdiste la batalla.